sábado, 4 de abril de 2020
Un ingles vino a Bilbao. Jaime Selvy
Jaime Selvy este ingeniero de origen inglés vino a Bilbao contratado por Astilleros del Nervión, la factoría creada en 1888 por José maría Martínez Rivas y Charles Palmer para construir tres cruceros acorazados para la armada Española 1. Selvy formaría parte probablemente del grupo de 200 técnicos y oficiales especializados que Palmer trajo de Inglaterra para poner en marcha la empresa. Pronto Jaime Selvy se convirtió en un bilbaíno más, residiendo en la villa hasta su fallecimiento a mediados de la década de 1920. Alto y fuerte, de aspecto sano, cara colorada, vivos ojos azules y pelo y barba plateados, disfrutaba, como buen inglés, del placer de una copa en buena compañía, siendo célebre la decepción que sufrió en el balneario de Arnedillo, a cuyos baños acudió por una dolencia reumática, cuando al pedir whisky lo confundieron con vichy (agua de vichy). Fue para todos sus amigos y conocidos un ejemplo de amistad, generosidad y bondad. Se cuenta que tenía recogido en su casa un muchacho pobre, perros, gatos y hasta un loro, al que cuidó y vigiló durante su última enfermedad y hasta su muerte. Uno de sus amigos, Emilio Saracho, tras su fallecimiento, explicaba su empeño en llegar al cielo por la certeza de que Jaime tenía ya allí su puesto eterno.