Forma parte del himno del club,
un do de pecho que al unísono recibe la respuesta de todo San Mames:
¡¡Eeeuuup!! El famoso grito “¡¡Athleeeeetic!!!” lo inventó un aficionado
ilustre como Gabriel Ortiz “El Rompecascos” allá por los setenta y aún se
mantiene a día de hoy.
Gabriel Ortiz nació en Bilbao en
1920 y desde muy joven se convirtió en un gran aficionado rojiblanco. Ya con 13
años se fugó a Barcelona en un camión de pescado sin permiso de sus padres para
ver la final de Copa ante el Madrid. Aquel año, Ortiz tuvo la suerte de
presenciar cómo el Athletic ganaba su Copa número 14.
Por aquel entonces todavía no era
conocido como El Rompecascos. El apodo surgiría año más tarde tras una riña con
un marinero noruego que le estrelló un botellazo en la cabeza. Como la botella no le hizo ningún
daño, el bueno de Ortiz empezó e mostrar su “superpoder” en público rompiéndose
botellas en la cabeza cada vez que el Athletic marcaba un gol. Posteriormente,
siempre decía “¡Pa los pollos!” para demostrar que aquello no tenía
importancia.
Si en Bilbao ya era ilustre,
Ortiz logró fama a nivel nacional cuando empezaron a televisarse los primeros
partidos. No solo llamaba la atención entre los televidentes de toda España su
capacidad para romperse botellas, también su grito “¡¡Athleeeeetic!!” que se
imponía a la narración y al que todos
los aficionados respondían al unísono.
Desgraciadamente, Gabriel Ortiz
falleció hace ya algunas décadas, pero su grito aún perdura entre la fiel
afición del Athletic.